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Incluso ahora el hombre no ha aprendido a caminar correctamente. Andando le trepida todo el cuerpo y por consecuencia se produce una conmoción de la médula espinal. Esta conmoción se trasmite al cerebro y de ahí pasa a todo el sistema nervioso. Y después de todo ello, los hombres se preguntan por qué están nerviosos... 

La falta de agua en el organismo vuelve a los hombres nerviosos, secos. Se vuelven irritantes y mordaces prestos a enfadarse y querellarse con todo el mundo. 

¿Qué es el cáncer y cuál es la causa? Las causas del cáncer residen en los sentimientos contrarios. 

A menudo las personas se enferman de cáncer a causa de su avaricia para con el dinero y las riquezas. Las células en sus cerebros se individualizan, se vuelven autónomas y no se someten a su maestro. 

Cuando sentimientos incorrectos e inquietos se infiltran en el pensamiento, la via se debilita. Esos sentimientos endurecen los nervios y pierden su elasticidad. 

Dos causas pueden provocar el debilitamiento de los ojos: las inquietudes y los pensamientos incorrectos. 

La causa de toda úlcera gástrica reside siempre en la mentira. Las mentiras modifican la composición química de la sangre y los tejidos en el organismo. Mintiendo, el hombre empieza a tener miedo y éste provoca un estrechamiento de los vasos sanguíneos, así como de los tejidos. 

La causa del resfriado es la respiración debil. El que está resfriado debe saber que hay alguna irregularidad en su respiración.: no es rítmica, y a causa de ello no inspira una cantidad de aire suficiente. 

El enfriamiento de los miembros se da por la impureza de la sangre en el organismo. La sangre impura produce electricidad en el organismo y la sangre pura produce magnetismo. La electricidad produce el frío y el magnetismo el calor.

 

 



Origen de estos padecimientos

 

Las enfermedades crónicas, son todas aquellas que nuestras defensas no pueden curar y que tampoco se alivian con medicamentos. Su duración se mide en meses o años, y muchas veces son para toda la vida. La variedad de estos padecimientos se cuenta por cientos o incluso miles, pero algunas de las más frecuentes son: padecimientos cardiacos, diabetes, cáncer, enfermedades auto inmunes, debilidad hepática o renal, asma, etc.
A pesar de que estos padecimientos son muy diversos entre sí, podemos ver algo que los relaciona y los une en un grupo común: son padecimientos propios de la modernidad. Algunos de estos padecimientos ya existían en la antigüedad, pero en muy baja proporción y eran propios de la vejez. Fue a principios del siglo 20, que los padecimientos crónicos empezaron a incrementarse tanto en variedad como en proporción de personas enfermas, y este incremento se ha sostenido de forma continua, constante y alarmante en estas últimas generaciones. A pesar de los avances médicos, probablemente no exista uno sólo de estos padecimientos que se haya ido reduciendo durante las últimas generaciones.

VISIÓN ACTUAL DEL PROBLEMA

El escaso avance que se ha logrado en la cura de este tipo de padecimientos, se debe en buena medida a la forma de visualizar tanto el problema como la solución. Veamos cinco de estos conceptos erróneos o “mentiras crónicas” que prevalecen en nuestros días y que es necesario cambiar para poder realmente avanzar en la prevención y cura de estos padecimientos. 

1.- “Las enfermedades crónicas siempre han existido, pero el problema es cada día menor”.
Falso. Algunos padecimientos crónicos probablemente siempre han existido, pero en una dimensión mucho menor a la actual. En prácticamente todos los padecimientos de este tipo, antiguos y nuevos, el porcentaje de personas enfermas se ha incrementado. Padecimientos que ya existían, como el cáncer y la diabetes, que hace cien años eran poco usuales, hoy son un dolor de cabeza para la medicina moderna. Igual de preocupante resulta la cantidad de padecimientos que cada año aparecen y llegan para quedarse. A principios del siglo veinte, los padecimientos serios eran de tipo agudo infeccioso y fueron abatidos por las mejoras en la salubridad y los avances de la medicina. Sin embargo, al mismo tiempo los padecimientos crónicos continuaron aumentando en cantidad de enfermos y en variedad de enfermedades (ver capítulo de ESTADÍSTICAS). 
Gracias a los avances en cobertura y conocimientos médicos, y al hecho de que los padecimientos crónicos no son en su mayoría mortales, junto con el incremento de enfermos, la esperanza de vida también ha aumentado. Se puede decir que en la modernidad hemos aprendido a vivir enfermos. 

2.- “No hay relación entre los diversos padecimientos crónicos”. 
Falso. Los padecimientos crónicos existen cuando falla nuestro sistema de defensa en su función básica de protegernos. La cercanía a un virus, la exposición continua a algún químico, el abuso de algún alimento procesado o desnaturalizado, nuestra predisposición genética, y otros factores, definirán cuál padecimiento crónico vamos a contraer, pero el origen del problema es que nuestro sistema de defensa está débil o bien, comprometido a realizar otras tareas vitales, que evitan esté disponible en toda su capacidad para defendernos de las enfermedades. Cuando vemos que nuestra sociedad está invadida de todo tipo de enfermedades crónicas, a niveles probablemente históricos, la primera pregunta que nos debemos hacer no es cómo curar cada una de estas enfermedades en lo particular, sino qué es lo que está afectando de manera masiva a las defensas de la población pues este es el factor común que relaciona a todos los padecimientos crónicos. 

3.- “No se conocen las causas”.
Falso. Existen amplios listados de factores o causales de los padecimientos crónicos, todos ellos propios de la vida moderna. Por mencionar algunos: La exposición sistemática a metales pesados, solventes, desechos industriales, y sustancias cancerígenas; Exposición prolongada a campos electromagnéticos, rayos cósmicos, ultravioleta, y a la radiación de hornos microondas; Contaminación de agua, aire y tierra con productos químicos; Amalgamas o rellenos metálicos dentales; Cigarro, drogas, o exceso de alcohol y medicamentos; Consumo excesivo de sodio, azúcar refinada y otros comestibles desnaturalizados; Emociones negativas intensas o estrés crónico; Etc. No dudamos que todas estas agresiones al cuerpo afectan nuestras defensas estimulando con esto la proliferación de los padecimientos crónicos, pero expresados de esta forma tan general, dificulta tomar medidas correctivas específicas tanto a nivel sociedad como personal. Por esta razón de todos estos factores o causales, quisiéramos enfatizar uno que pensamos sobresale de todos los demás en su capacidad para dañar o comprometer nuestras defensas, y que consideramos es el principal responsable de la pandemia actual de padecimientos crónicos. Nos referimos a la contaminación interior, a nivel celular, con químicos sintéticos. Cada vez que llevamos una sustancia sintética (fabricada por el hombre) a nuestro torrente sanguíneo a través de la respiración o de nuestro sistema digestivo, obligamos a nuestras defensas a retirar dicho químico del organismo, pues al ser una sustancia desconocida (no natural), no sabe como procesarla o asimilarla. Claro que nuestro organismo está diseñado para recibir sustancias nuevas y extrañas (como las sintéticas), pero no en las cantidades y variedad que una persona promedio recibe cotidianamente, particularmente en las sociedades modernas. 
Innumerables son las fuentes de estas sustancias químicas que finalmente terminan en nuestro torrente sanguíneo y en nuestras células, pero sin duda la mayor parte entran a nosotros a través de nuestra alimentación, cada día más artificial, en forma de saborizantes, preservantes, colorantes, edulcorantes, hormonas, antibióticos, insecticidas, etc. La cantidad de aditivos sintéticos autorizados para fabricar la comida procesada, se cuenta por miles, y su cantidad y variedad no está restringida. A lo largo de muchos miles de generaciones de evolución, nuestro cuerpo aprendió a identificar, procesar, asimilar y desechar todo tipo de sustancias de la naturaleza que entraron a nuestro organismo. Pero de repente, en 3 ó 4 generaciones, cambiamos nuestros hábitos de vida, alimentándonos de comida semiartificial y respirando un sin número de sintéticos que finalmente entran al cuerpo y que fuerzan a nuestro sistema de defensa a trabajar a toda marcha durante las 24 horas del día en la limpieza de células, tejido y órganos. 
Este desgaste de todos los órganos, permitirá que cada día la intoxicación en todos los tejidos sea mayor, y que nuestro sistema de defensa pierda su capacidad de mantener nuestro organismo sano. El sistema de defensa, es sólo un nombre que define una multitud de funciones, tales como, la acción hormonal y nerviosa, la tarea depurativa de los tejidos, la función enzimática, el sistema inmunológico contra los gérmenes, la reacción inflamatoria curativa, el proceso de regeneración de los tejidos, etc. Por esta razón, las enfermedades crónicas no son solamente procesos infecciosos o degenerativos, sino de cualquier índole, pero siempre serán un problema local, causado por una intoxicación general. 

4.- “No podemos hacer mucho por evitarlas”
Falso. Dentro del listado de causales que afectan a nuestras defensas, habrá algunas (como la contaminación de aire, agua y suelo), donde no podamos hacer mucho por resolverlas, al menos a nivel personal. Sin embargo, en la principal causa del debilitamiento de nuestras defensas, que es la contaminación interior, sí hay mucho que podemos y debemos hacer. Simplemente, cada vez que substituimos de nuestra dieta habitual, algún comestible contaminado, desnaturalizado o procesado, por un alimento totalmente natural, le llevamos un descanso a nuestro agobiado sistema de defensa. Y si hacemos de esto un hábito cotidiano, las posibilidades de que nos enfermemos se reducirán considerablemente. En la realidad de la vida moderna, no es posible evitar que a través de la piel, de los pulmones o en la comida llevemos al organismo cierta cantidad de sustancias o toxinas sintéticas, pero lo que debemos buscar es que sean las menos posibles (ver capítulo Cómo Prevenirlas). Esta tarea cotidiana de evitar las sustancias sintéticas no es sencilla pues los químicos y la comida artificial forman parte integral de la vida moderna, sin embargo, cualquier sacrificio que hagamos en esta dirección, conlleva un cuerpo más sano y una mejor calidad de vida presente y futura.

5.- “Son incurables”.
Falso. En teoría, (dentro de la Medicina Natural), todas las enfermedades crónicas son curables, pues si limpiamos de toxinas nuestras células, tejidos y órganos, nuestro sistema de defensa estará fuerte y disponible para vencer cualquier enfermedad. A esta forma natural de limpieza interior, se le llama, normalmente, Tratamiento de Desintoxicación. En la realidad actual esto es sólo parcialmente cierto, pues en la gran mayoría de los cientos de enfermedades crónicas no existe experiencia como para afirmar objetivamente que pueden ser curados a través de un programa de desintoxicación, y en donde sí existe dicha experiencia no contamos con información precisa de los porcentajes de éxito. A pesar de esto, con base a datos recopilados por experiencias anecdóticas, podemos afirmar, que en la mayoría de los tratamientos de desintoxicación se logra la cura total del padecimiento y la reparación parcial de los órganos y tejidos dañados durante la enfermedad. Queda claro, que hay mucho que estudiar e investigar para desarrollar y mejorar estos tratamientos de limpieza celular, pero claro también nos resulta que este es el camino a seguir. Seguramente que en la medida que la ciencia avance en este camino de curación, se irán mejorando los tratamientos y cada día las posibilidades de éxito en la practica, se acercarán a lo que la teoría dice.

SE REQUIERE UNA NUEVA VISIÓN

Esta visión sobre los padecimientos crónicos que, en lo general, la sociedad moderna ha tenido en las últimas generaciones, no sólo no ha ayudado a resolver el problema sino que ha propiciado su continuo incremento, pues cada día es mayor la cantidad y variedad de químicos sintéticos que forman parte de nuestra dieta artificial, y en general de nuestra forma de vida cada vez menos natural. 
Muchas personas le apuestan a que la ciencia médica invente algunas pastillas que prevengan o nos curen estas enfermedades, sin la necesidad de cambiar nuestros hábitos alimenticios. Esto no sucederá, pues no podemos ir en contra de la naturaleza y estar sanos. Vivir en la modernidad no debe significar que nos alejemos de lo natural, por el contrario la verdadera modernidad debe ser sustentable, es decir sin necesidad de destruirnos a nosotros mismos.
Después de tanto dolor que estos padecimientos han causado a varias generaciones, ya es tiempo de empezar ha hacernos preguntas básicas que nos puedan explicar estos padecimientos, claramente propios de la modernidad. Por ejemplo, en lo que se refiere a las sustancias que el hombre ha inventado para diversos usos y que finalmente terminan en nuestro torrente sanguíneo, podríamos preguntarnos: ¿Cómo ve nuestro cuerpo estas sustancias que no están en su memoria genética; podrá transformarlas, asimilarlas, desecharlas? ¿Cuál es la cantidad máxima de estas toxinas sintéticas que nuestro cuerpo puede procesar o desechar al día? ¿Cuál es el efecto de largo plazo que estas sustancias tienen en el cuerpo humano? ¿No sería conveniente hacer pruebas clínicas de largo plazo a estas sustancias antes de autorizar su uso como alimento? 
En cuanto al enfoque que la ciencia médica ha seguido en sus investigaciones por más de 70 años, sin obtener resultados curativos, nos preguntamos: ¿No será tiempo de cambiarlo? ¿Por qué no probar un enfoque natural si ya ha demostrado ser efectivo? Veamos algunos conceptos naturales que en nuestra opinión deberían de ser tomados en cuenta para avanzar en la cura de los padecimientos crónicos: 

a.- No tratar de curar directamente la enfermedad crónica local, pues esta no es en sí la enfermedad, sino el resultado de un sistema de defensa comprometido por una intoxicación general, que trae como consecuencia una célula enferma. La enfermedad crónica es más bien un síntoma local de un padecimiento sistémico. No ver las enfermedades crónicas como si fueran diferentes unas de otras. Verlas a todas como si fueran diferentes síntomas de una misma enfermedad global.

b.- Ver al organismo como un todo. No podemos, de forma crónica, tener enferma una parte de nuestro cuerpo y sano el resto. Si una parte de nuestro cuerpo está permanentemente enfermo, es porque todo nuestro cuerpo está enfermo.

c.- No ver órganos o tejidos enfermos, sino células enfermas de todo nuestro organismo. Enfocarnos en curar una célula, si lo logramos querrá decir que curamos a todas. La célula que está enferma, tiene sustancias extrañas dentro y fuera de ella. 

d.- No buscar la solución en una píldora milagrosa, ni en ningún medicamento, sea natural o sintético, sino en tratamientos que colaboren con la desintoxicación y que ayuden a la nutrición de nuestra célula enferma, pues ambos efectos se dan al mismo tiempo. Los tratamientos que mejoren la circulación sanguínea, que lleven más oxígeno, más nutrientes, que estimulen al hígado, los riñones o al sistema inmunológico, serán siempre positivos en la limpieza interior.

e.- Suspender o reducir a un mínimo la entrada al organismo de toxinas sintéticas, de sodio y de alimentos artificiales. “Hacer que nuestro alimento sea nuestra medicina y que nuestra medicina sea nuestro alimento”.

f.- Creer en el diseño de la naturaleza. Enfocar la curación en la desintoxicación y dejarle a la naturaleza (sistema de defensa) la tarea de la curación del padecimiento crónico. Nuestro cuerpo está bien diseñado, nosotros somos los que no le damos un buen uso.


 


HIERBAS VS. PADECIMIENTOS
ABEDUL
AGNUS CASTUS
AGRIPALMA
AJO
ALBAHACA
ALCACHOFA
ALCARAVEA
ALFALFA
ALOE VERA O SÁBILA
AMAPOLA DE CALIF.
ANGÉLICA
ANÍS VERDE
APIO
ARÁNDANO
ARÁNDANO ROJO
ÁRBOL DE LA CERA
ÁRBOL DE TÉ
ÁRNICA
ASHWAGANDA
AVENA
AXOCOPAQUE
AZAFRÁN DE RAÍZ
BARBASCO
BARDANA
BETÓNICA
BOLDO
BOLSA DE PASTOR
BORRAJA
BOSWELIA
BROMELAIN
BUCHÚ
BUPLEURUM
CALABAZA
CALÉNDULA
CANELA
CARDO MARIANO
CÁSCARA SAGRADA
CASTAÑO DE INDIAS
CEBOLLA
CENTELLA ASIÁTICA
CEREZO SILVESTRE
CHANCAPIEDRA
CHANCARRO
CHAPARRO AMARGO
CHAYA
CHILE
CLAVO
COHOSH NEGRO
COLA DE CABALLO
COLEO
CONSUELDA
CUACHALALATE
DAMIANA
DIENTE DE LEÓN
DONG QUAI
DORADILLA
ECHINACEA
ELEUTEROCOCO
ELOTE
ENEBRO
ESPINO BLANCO
ESPIRULINA
ESTAFIATE
EUCALIPTO
EUFRASIA
FENOGRECO
FO TI
FRAMBUESO
FRESNO
GALIO
GENCIANA
GIMNEMA
GINKGO BILOBA
GINSENG
GOBERNADORA
GORDOLOBO
GROSELLERO
GUARANÁ
GUGUL
HAMAMELIS
HARPAGOFITO
HELENIO
HIEDRA
HIERBA DEL SAPO
HIERBA de SAN JUAN
HINOJO
HISOPO
JALEA REAL
JENGIBRE
KAVA
KUDZU, PUERARIA
LAVANDA
LINAZA
LLANTÉN
LÚPULO
MACA
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MALVAVISCO
MANZANILLA
MARRUBIO
MATARIQUE
MATE
MATRICARIA
MEJORANA / ORÉGANO
MELISA
MENTA
MIEL DE ABEJA
MILENRAMA
MIRRA
MOMÓRDICA
NARANJO
NEEM
NOGAL
NUEZ COLA 
OLIVO
OLMO
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ORTIGA
PALO DE BRASIL
PAPAYA
PASIFLORA
PAU D´ARCO - LAPACHO
PEREJIL
PICRORRIZA
PIGEUM
PINGUICA
POLEN DE ABEJA
PROPÓLEO
PSYLLIUM
QUINA
RÁBANO
REGALIZ U OROZUZ
REISHI
ROMERO
RUSCO
SALVIA
SAUCE
SAÚCO
SAW PALMETTO, SABAL
SELLO DE ORO
SEN
SHISANDRA
SHITAKE
SOYA
TÉ VERDE
TEJOCOTE
TEPEZCOHUITE
THUJA
TILA
TOMILLO
TRÉBOL ROJO
TRONADORA
TUSÍLAGO
ULMARIA
UÑA DE GATO
UVA DE OREGÓN
UVA URSI
VALERIANA
VARA DE ORO
VERBENA
VERDOLAGA
VIBURNO
VID ROJA
VINCAPERVINCA
WEREKE
YOLOXOCHITL
YUCA
ZAPOTE BLANCO
ZARZAMORA
ZARZAPARRILLA - COCOLMECA

 

 

 

FUENTE: http://www.medicinanatural.org.mx


PADECIMIENTOS VS HIERBAS
ACNÉ
ACUMULACIÓN DE TOXINAS
AGOTAMIENTO GENERAL
ALERGIAS
ALZHEIMER
ANEMIA
ANGINA – INSUFICIENCIA CARDIACA
ANGINAS
APETITO, AUMENTO
APETITO, REDUCCIÓN
APOPLEJÍA (auxiliar)
ARRITMIA Y PALPITACIONES
ARRUGAS DESHIDRATACIÓN
ARTRITIS REUMATOIDE
ASMA
BAJAS DEFENSAS
BAJO PESO ANOREXIA
BRONQUITIS
CAIDA DE CABELLO
CALAMBRES
CÁLCULOS T. URINARIO
CÁLCULOS BILIARES
CÁNCER
CATARATAS
CELULITIS
CICATRIZACIÓN
CIRROSIS – DEBILIDAD HEPÁTICA
CISTITIS
CLAUDICACIÓN INTERMITENTE
COLESTEROL ALTO
CÓLICOS Y TENSIÓN PREMENSTRUAL
COLITIS
CONGESTIÓN
CONJUNTIVITIS Y VISTA CANSADA
CRECIMIENTO INFANTIL
DECAIMIENTO FÍSICO Y MENTAL
DEPRESIÓN
DESBALANCE HORMONAL
DESORDEN OBSESIVO COMPULSIVO
DIABETES
DIARREA
DIVERTICULOSIS
DOLOR DE ESTÓMAGO

DOLOR EN ARTICULACIONES Y MÚSCULOS (vía oral)
DOLOR EN ARTICULACIONES Y MÚSCULOS (vía externa)

DOLOR EN NERVIOS
DOLOR EN OÍDOS
ECZEMA
EMBARAZO – MOLESTIAS
ENDOMETRIOSIS
ENFERMEDAD DE PARKINSON
ENVEJECIMIENTO PREMATURO
ESCLEROSIS MÚLTIPLE
ESTREÑIMIENTO
FALTA DE LECHE MATERNA
FATIGA CRÓNICA Y FIBROMIALGIA
FIEBRE
FORÚNCULOS
FRIGIDEZ
GARGANTA IRRITADA
GASES INTESTINALES
GASTRITIS Y ACIDEZ
GLAUCOMA
GOLPES
GOTA
HEMORROIDES
HEPATITIS
HERIDAS (TÓPICO)
HERPES
HONGOS (TÓPICO)
INDIGESTIÓN
INFECCIONES EN ENCÍAS Y BOCA
INFECCIONES EN HERIDAS (TÓPICO)
INFECCIONES EN TRACTO DIGESTIVO
INFECCIONES VIRALES VARIAS
INFERTILIDAD
INFERTILIDAD MASCULINA
INFLAMACIÓN EN ARTICULACIONES
INFLAMACIÓN INTESTINAL CRÓNICA
INFLAMACIÓN PIEL
INFLAMACIÓN RIÑONES
INFLAMACIÓN VEJIGA Y TRACTO URINARIO
INSOMNIO
IRRIGACIÓN CEREBRAL

IRRIGACIÓN GENERAL
LARINGITIS
LIBIDO CANSADO
LUPUS ERITOMATOSO
MÁCULA DEGENERATIVA
MAREOS
MENOPAUSIA, TRASTORNOS
MENSTRUACIÓN (CICLO) IRREGULAR
MENSTRUACIÓN, SANGRADO EXCESIVO
MIGRAÑA Y DOLOR DE CABEZA
NERVIOSISMO Y ESTRÉS
NEUMONÍA
OSTEOPOROSIS
PARÁSITOS
PÓLIPOS EN LA VEJIGA
PRESIÓN ARTERIAL ALTA
PRESIÓN ARTERIAL BAJA
PROBLEMAS BILIARES
PROBLEMAS DE CIRCULACIÓN Y MEMORIA
PROSTATITIS E HIPERPLASIA BENIGNA
PSORIASIS
QUEMADURAS (TÓPICO)
RESFRIADO O GRIPE
RETENCIÓN DE LÍQUIDOS EN PIERNAS
REUMATISMO
RIGIDEZ EN ARTICULACIONES
SARNA
SINUSITIS ALÉRGICA
SINUSITIS INFECCIOSA
SOBREPESO
SUPERBACTERIAS DE HOSPITAL
TABAQUISMO Y ENFISEMA
TIROIDISMO
TOS
TUBERCULOSIS
ÚLCERA ESTOMACAL
ÚLCERAS O LLAGAS
URTICARIA COMEZÓN
VAGINITIS
VÁRICES Y ÚLCERAS VARICOSAS
VIH (tratamiento auxiliar)
ZOSTER

 

 

FUENTE: http://www.medicinanatural.org.mx


ESTREÑIMIENTO

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Cuando un nene no defeca 3 – 4 dias es un problema de estreñimiento. Son deposiciones duras, dolorosas, esporádicas  y difíciles de expulsar. Pueden provocar fisuras anales y deposiciones con sangre. Generalmente, el estreñimiento se debe a ciertos medicamentos (suplementos de hierro, analgésicos y antidepresivos), una dieta pobre en fibras y poca actividad física. El estreñimiento se define como la retención de las materias fecales, que se traduce clínicamente por una disminución en el número de las evacuaciones, así como un aumento en la consistencia de las heces.  Los procesos intestinales de los bebés dependen en gran medida de su alimentación, en promedio, un bebé menor de 6 meses debe evacuar al menos una vez al día como mínimo.  A partir de los dos años, los bebes pueden tener entre una y dos evacuaciones por día (Txumari Alfaro y Pedro Ramos 2000).

 

Estos remedios caseros gratis antes de ser aplicadas deben ser aceptadas y recetadas por el medico pediatra del bebe.

 

Remedios caseros tratamientos naturales gratis

Los tratamientos que se aplican directamente a la piel del  bebe o nene deben de ser empleados en forma de diversión en compañía con sus juegos para que no se mueva mucho ni se inquiete.
Aceite de oliva: Aplicarle frotaciones con aceite de oliva, de manera circular y siguiendo las manecillas de reloj, sobre el vientre.

 

Aceituna: Aplicarle al bebe enemas de aceituna, cuando hay obstrucciones intestinales. Hervir un puñado de aceitunas negras en un litro de agua durante una hora, luego colar y aplicar la enema.

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Aceituna

 

 

Acelgas: Preparar y darle caldo de acelgas.

 

Agua caliente: Aplicarle chorros de agua caliente con duchas con movimientos circulares por 5 minutos.

 

Agua fría: Tomar baños de asiento fríos.

 

 

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Agua

Ajos: Hazle tomar baños de asiento, pero que cubra el agua el ombligo, por un tiempo promedio de un minuto, agregar ajos molidos.

 

Alfalfa: Darle de tomar una cucharadita de zumo de alfalfa.

 

Anís: Darle de tomar infusión de anís al bebe, si es lactante tomar la madre.

 

Arcilla: Aplicarle compresas de arcilla sobre el vientre por 20 minutos.

 

Avena: Darle de consumir  al nene avena.

 

Cebada: Darle de tomar al bebe por las mañanas infusión de cebada con azúcar al gusto.

 

Chirimoya: Darle de consumir el zumo de chirimoyas por su contenido en vitamina C.

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Ajos - Alfalfa - Anis - Arcilla Medicinal Remedios caseros

 

 

Ciruela: El nene debe consumir jugo o compotas de ciruelas, se toma todos los días, empezando poco a poco hasta que el intestino se acostumbre especialmente durante las mañanas.  Muy eficaz en los bebes (Txumari 2000; (Messegué 1985).

 

Diente de León: Darle infusiones de raíz de diente de león, con unas cucharitas suficiente y ejercitara su actividad laxante.

 

Dieta: Tenerlos a dieta (frutas, verduras, cereales, ensaladas y zumos) con abundante líquido.

 

Ejercicios físicos: Si el bebe se encuentra incomodo y estreñido; podemos aliviarle tumbándole boca arriba y moviendo sus piernas como los pedales de la bicicleta.

 

Espárragos: Exprimir espárragos y darle una cucharadita de su jugo al día.

 

Espinacas: Consumir espinacas ya que es rico en fibra y es fácilmente digerible.  Darle de tomar caldo de espinacas hervidas.

 

Flores de heno: Hacerle Baños de Asiento, En una vasija de agua hirviendo echar de 3 a 5 puñados de flores de heno, tapar la vasija y dejar enfriar la mezcla hasta una temperatura de 30°C.

 

Higo: Es laxante.  Hervir 3 higos en agua durante un cuarto de hora.  Dejar reposar, darle de beber el líquido lo que desee por cucharadas.

 

Infusión de malva, anís y manzanilla: Preparar una infusión de malva, anís verde, y manzanilla verde en medio litro de agua.  Con el liquido se preparan 2 ó 3 de las tomas diarias del bebe.

 

Jugos: Darle jugos con uvas pasas y evitar los de guayaba.

 

Mandarina: Estimula la motilidad intestinal.  Darle de consumir la pulpa  entera o en zumo de la mandarina.

 

Mango: Prepararle jugo de mango o consumir mango maduro la cantidad necesaria.

 

Manzana: Darle manzanas rayada a primera hora de la mañana.

 

Masajes en el abdomen: Masajear con movimientos circulares la parte superior del abdomen, podría favorecer sus secreciones y con ello eliminar el estreñimiento.

 

Naranjas: Darle de consumir jugo de naranjas la cantidad necesaria, Arias (1982)

 

Perejil: Hacer una bolita con hojas frescas de perejil y untarla con un poco de aceite de oliva.  Con la bolita estimular el ano del bebe, el efecto es casi inmediato (Txumari 2000).

 

Regaliz: Darle una cucharadita de infusiones de regaliz.

 

Romero: Hervir por 5 minutos 3 puñados de romero en 1 litros de agua, luego colar y echar en una vasija, luego empapar una toalla en esa agua de manzanilla caliente y aplicar sobre el vientre, cambiar cuando se enfríe.

 

Supositorio: Como última instancia, puede recomendar un supositorio de vaselina en bebes pequeños.

 

Tamarindo: Darle de comer en zumos o trozos de esta fruta la cantidad necesaria.

 

Uva: Darle zumos de uvas por cucharas.

 

Vinagre: Aplicar al bebe compresas frías  con vinagre en el abdomen todos los días en las mañanas

 

Yogurt: Incluir el yogurt natural o descremado.

 

Zanahoria: Es laxante.  Darle zumos de zanahorias habitualmente.